samedi 22 août 2015

El momento de las escritoras latinoamericanas


El suplemento cultural de EL PAÍS analiza este sábado la eclosión de las autoras de América Latina, lejos de etiquetas y estereotipos

La onda de silencio que ha cubierto a las escritoras latinoamericanas se ha roto del todo. Sus voces, diversas y de todas las generaciones avanzan por el umbral de una época dorada para la literatura al abrirse paso contra las etiquetas, el machismo, la discriminación, los tópicos, los prejuicios, la incultura o la inercia del ninguneo del mundo del libro, la sociedad y los medios de comunicación.
Esa proliferación y normalización de nombres en la literatura rompe y desafía lo establecido. Pero varias de estas escritoras denuncian la prolongación de prácticas de otras épocas: creen que la historia literaria sigue sin hacer justicia a las mujeres, se sienten excluidas de la tradición, perciben un trato que mezcla la condescendencia y el asombro ante sus libros y notan cierta desigualdad frente a los hombres.
"¿Que si publicar es difícil?", se pregunta la colombiana Marbel Sandoval Ordóñez, autora en su país de En el brazo del río, y contesta: "Mucho y más cuando se es mujer. La voz de las mujeres en la literatura colombiana sigue siendo marginal y lo digo como buena lectora, que siempre busca voces nuevas, y como escritora. La industria editorial colombiana ha abierto más espacios a la poesía escrita por mujeres, quizá porque la consideran femenina, que a la narrativa. Y en España, una voz nueva tiene dificultad para abrirse camino, más si no se escribe, como en mi caso, lo que el mercado quiere. ¿Y que quiere el mercado?, le pregunté a un editor experimentado. Historias como las de la crisis, me respondió. Sin palabras. Para ese tipo de historias vuelvo al periodismo que es mi cuna".
La joven mexicana Brenda Lozano, que este verano ha publicado Cuaderno ideal, cree que en el caso de su país, Josefina Vicens abrió puertas. Por ejemplo, dice, "en tiempos en los que lo mexicano era el gran tema (pienso en Rulfo, Paz, el joven Carlos Fuentes), escribió El libro vacío, una bellísima novela más cercana a lo que se escribe hoy, mirando los temas de la vida cotidiana y la imposibilidad de escribir. Me parece que en México, Argentina, Chile y Colombia hay cosas muy buenas, y me interesa, sobre todo, lo que se escribe ahora"